El corazón alegre.

El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. (Proverbios 17:22)

Nuestro espíritu en ocasiones no se recrea, no se regocija en el Señor y se nota cuando andamos con dolor de columna, dolor de cadera, brazos, piernas porque el hombre que tiene un corazón alegre tiene remedio a su alcance, y la única forma de tener un corazón alegre es estando en comunión con Dios, no hay otra forma.
Entonces cuando usted y yo tenemos comunión con el Señor tenemos medicina al alcance, pero cuando hay algo que nos está atormentando el pensamiento, que nos quita el sueño, comenzamos a enfermarnos, y si pensamos vamos a darnos cuenta que está pasando.

Tenemos que decirle al Señor: Señor yo quiero estar en comunión con usted porque yo quiero tener un corazón alegre…  debemos  darnos cuenta cuan alegres estamos, porque uno generalmente esta alegre cuando tiene dinero.

El corazón cuando esta alegre es porque hay comunión con el Señor, cuando nosotros estamos alegres tenemos medicina.

Generalmente cuesta estar alegre, se hace complicado estar alegre en el día, todos podemos  darnos cuenta que es difícil permanecer alegre,  porque en ocasiones suceden muchas cosas que impiden que estemos alegres. Pero el Señor tiene la fuerza, tiene el poder y  la autoridad en nosotros, ¡Comunión! , porque si no hay comunión estamos desvalidos, nos enfrentamos a un duelo de muerte con el diablo sin armas y en ese instante el diablo se aprovecha y nos destruye.
Entonces para tener alegría y remedio tenemos que tener comunión con el Señor, tenemos que ser agradecidos pero con alegría.

Enfrentar los problemas con alegría es algo no lógico, el problema se enfrenta con seriedad, pero que no te robe el gozo del Señor, una mujer cuando va a dar a luz no se ríe de los dolores, pero en su corazón, en su interior hay gozo porque sabe que viene el fruto (bebe), pero sabe que en ese instante de dolor va a venir el gozo y el dolor desaparece. Es decir que el problema, la dificultad, la necesidad no puede quitarnos el gozo;  porque está dentro de nosotros y el gozo es nuestro Señor Jesucristo.

El apóstol pablo nos enseña, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:39) pablo tenía el gozo en su corazón.
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (salmo 27:1) El amor  echa fuera todo temor, es decir que para ser feliz solo hay que tener comunión con Dios ; porque la comunión con Dios da paz y la capacidad para enfrentar los problemas, entonces cuando veamos a alguien angustiado debemos decirle: busquemos la comunión con Dios ; porque él es la fortaleza… ¿En medio de los problemas quién nos podrá atemorizar?, el problema es que no lo creemos, y no nos sujetamos de él.
La mayoría de los creyente no somos agradecidos, nunca estamos conforme con lo que Dios hace, siempre queremos más y cuando no teníamos nada ni nadie a quien pedirle, porque no teníamos ni dueño, el diablo hacia lo que quería con nosotros pero hoy que lo tenemos todo en el Señor, sin embargo somos mal agradecidos, no tenemos tiempo para él, no dedicamos tiempo para estudiar ni para orar, ni para congregarnos.

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10)  a veces nos atemoriza la incertidumbre, pero si está el gozo del Señor quien nos separara de su amor y  su mano nos sostiene.

Ni los gigantes nos pueden quitar el gozo del Señor, porque Dios es más grande que cualquier gigante.

Para permanecer en el gozo debemos de ser valientes, y los valientes pelean con sí mismos.

 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7) lo primero es tener gozo, porque el gozo del Señor no es felicidad, no es contentamiento, el gozo del Señor es nuestra convicción de que somos sus hijos y por gracia somos salvos.


El Señor nos dice  que tenemos que tomar decisiones, pararnos en la brecha, tenemos que obedecer, el gozo del Señor es nuestra fortaleza y aunque se levanten gigantes debemos permanecer confiados porque el prometió nunca abandonarnos.


Congregación de restauración de fe elohim.
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