Dios quiere que seamos ordenados.


Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. (2 tesalonicenses 3:6)

El antónimo de desorden es orden.

Conforme a lo que nosotros creemos, pensamos, ¿qué es ser ordenado en la vida espiritual, como también en la vida terrenal y la vida social?.

Según la vida social uno tiene que comportarse socialmente ser respetuoso, amable, integro, demostrar todo lo que es bueno, en familia una persona ordenada debe ser respetuosa, tener confianza, también los desordenados son buenos para gritar, buenos para mandar, buenos para criticar, los desordenados generalmente se aprovechan de las otras personas, en el trabajo, en lo que es social y en lo familiar también hay personas que se aprovechan de la familia.

Hay esposos que son tan desordenados que se aprovechan de la esposa, que si van al baño la esposa tiene que llevarle la toalla y un esposo ordenado sabe que si va a ducharse, sabe que si va  hacerse aseo lleva su toalla, es decir que es parte de nosotros tener todas las cosas al alcance porque soy ordenado y se lo que tengo que hacer, no tengo necesidad de molestar o de aprovecharme o abusar de mi esposa, hay esposos que no ayudan a lavar la losa, no hacen las camas, no hacen nada en la casa porque por algo está la esposa, el esposo es flojo porque está acostumbrado que todo lo haga la esposa pero hay esposas que les gusta eso, se sienten útil, como ama de casa, dueña de casa y piensan que la labor de ella es ser así, como recogiendo todo lo que dejan botado las personas que viven en la casa y no es así porque un hombre que es desordenado en su casa, cuando trabaja en la casa, cuando convive un hombre en la casa con su familia es desordenado y espera que todo le hagan en la vida espiritual es igual, la vida espiritual es igual, nunca está preparado para predicar, no le gusta algunas cosas que hacen, siempre se está quejando porque un hombre desordenado no tiene empatía hacia los demás, no tiene ese pensamiento de dar sino de recibir, siempre quiere estar bien el no importando los demás es por eso que la biblia nos enseña que no debemos unirnos, sino alejarnos de los que andan desordenadamente.

Los conflictos en el matrimonio, en la familia, porque a veces tenemos conflictos con los hijos adolescentes o mayores porque andan desordenados, hacen lo que quieren y tratamos de corregir y en la vida espiritual la biblia nos insta a apartarnos de las personas que andan desordenadamente, es decir si hay una hermana que le gusta andar de casa en casa, que no tiene el almuerzo cuando corresponde o que el marido ande sin planchar y se junta con otra hermana que es todo lo contrario esa hermana que es más correcta tiene que alejarse porque las malas costumbres se pegan, los malos consejos son más audibles que los buenos consejos.

A veces los padres no entienden porque los hijos van cambiando de personalidad, porque hay padres que tratan de criar a los hijos bien, con buenas costumbres, hábitos y todas las cosas y de repente cambian, es porque donde se desenvuelven van tomando amistades con personas que están totalmente al lado contrario de lo que se le ha entregado en la casa y dicen: que tanto papá… si a mi compañera los papas no le dicen nada y tu tanto color que le das…  a todo papa le ha pasado y comienzan conflictos de los caracteres y comienza ya la niña o el niño a formar su carácter no conforme a sido enseñado porque toma el espíritu del desorden su vida.

Dentro de la iglesia, dentro de la hermandad podemos identificar a una persona que es desordenada espiritualmente, una persona que no tiene compromiso en la obra, una persona que no tiene amor por lo que se hace en la obra anda desordenadamente, no tiene empatía con respecto a los proyectos, a lo que se quiere hacer o avanzar en el reino aquí en la tierra, es decir que desordenadamente estamos lejos del Señor.
Siempre se dice que Dios es amor y Él en nosotros y con nosotros pero cuando andamos desordenadamente ¿podemos estar tan seguros que Él está cerca? Es algo en lo que tenemos que meditar.

A veces sabemos las responsabilidades que tenemos y lo que tenemos que hacer pero andamos pidiendo tres confirmaciones para hacer las cosas, Dios nos entrega dones y talentos pero nos excusamos en la edad, enfermedades y nuestros problemas pero debemos obedecer porque si no somos unos desordenados espirituales, no estamos haciendo lo que el Señor nos entregó, vivimos en un desorden constante que no colocamos en nuestro corazón el servir para que Dios provoque en nosotros una respuesta ligera y rápida porque espiritualmente andamos desordenadamente y el Señor nos sigue amando, sigue estando ahí pero el espera ver donde vamos a llegar con nuestro desorden.

A todos jefe de hogar le ha pasado que hay temporadas que no hay trabajo y quedamos sin trabajo pero un cristiano no puede estar sin trabajo, si tenemos que barrer tenemos que hacerlo porque el sustento, mi obligación para que nadie hable de nuestra esposas, hijos, Dios nos dio una responsabilidad, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros (2 tesalonicenses 3:8) antiguamente se usaba mucho un dicho y a lo mejor aún se usa, dice: deje todo lo material para dedicarme a la obra… y eso es de flojos porque para todo ahí tiempo, todo eso es señal de desorden espiritual, hay mucha gente que ha dejado su trabajo porque según el Señor les había dicho que dejaran su trabajo pero eso no es sano, ni correcto, el servir al Señor es servir con todas las responsabilidades que tenemos, como padres, esposos, como dueña de casa, madre sin dejar esas responsabilidades podemos servir al Señor y ser ordenados.

Todos los que trabajamos queremos ser los más ordenados y ser lo más responsable posible en el trabajo secular pero a veces ablando de las hermanas se olvida de que tienen un esposo, hijos y tienen que hacer almuerzo pero tienen que trabajar o tienen que hacer otra cosa o no se cocina porque no hay tiempo y a veces nos acostumbramos a ese desorden que el hombre, el esposo pasa aceptar esa calidad de vida que está llevando pero el Señor quiere orden, en todo lugar hay una disciplina, hay un horario, todo lleva un orden, es decir que la iglesia debe ser la institución más ordenada que debe existir aquí en la tierra.

El cristiano debe andar ordenado no solamente en lo físico, no solamente que somos buenos trabajadores, un hombre ordenado que es bueno para trabajar termina su trabajo y deja todas sus herramientas en su lugar y ordenadas pero por lo general no es así y el Señor nos habla que nos apartemos de los que andan desordenadamente, hay muchos hermanos que aun conversan con lo que se han ido y ya no son parte de la congregación, se juntan, se hablan y si son desordenadas(os) debemos alejarnos porque da un mal testimonio para nosotros mismos, esas personas se acostumbraron a andar así pero si buscamos dar buen ejemplo comencemos hacer lo que la palabra dice, apartémonos no dejando de amar, no dejando de tener en cuenta que somos hermanos pero no podemos ser parte del desorden.

En todo lo que hacemos tenemos ser ordenados, hay una autoridad de parte de Dios para el líder de una congregación, Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, es decir que cada pastor tiene la autoridad de Dios para decirle a la iglesia, ordenémonos, no seamos desordenados… inquietémonos por el bienestar de la familia, la esposa que se inquiete que el esposo se vea bien y el esposo para que la esposa este bien, que los hijos estén bien porque inquietándonos por lo nuestro la iglesia va ser una iglesia ordenada. El Señor quiere que seamos ordenados, el orden es el camino a la perfección porque no somos perfectos, el ser ordenado es ir caminando a ser perfectos en el Señor, en el ámbito espiritual, familiar, social, el orden nos lleva a tener prioridades, una persona ordenadas tiene prioridades claras, no le da lo mismo las cosas porque una persona ordenada sabe lo que es primero, segundo y tercero, no transa, no cambia.

Dios es un Dios de orden, no es un Dios desordenado, es un Dios de perfección en el orden, mucho tiempo antes estableció el plan de salvación para que fuéramos salvos, si Él no hubiese establecido ese orden estaríamos en el infierno.

Hay necesidades en nosotros como personas, familias, grandes necesidades y el Señor quiere que seamos ordenados porque estando desordenados no vamos a conseguir nada, el evangelio es de pruebas, crecimiento, luchas, es de conservar el paso, es de pelear la batalla y cuando estamos desordenados fácilmente somos derrotados.
Debemos buscar el orden, debemos acercarnos al orden que Dios nos exhorta porque si no vamos a quedar solos.
Seamos ordenados y comencemos en nuestro hogar porque en la casa comienza todo, sacando la ropa del living, el esposo dejando la ropa en el lugar que se deja ropa sucia, no tirada, al igual que los hijos, de ahí comienza el orden porque eso es testimonio que estamos entendiendo el mensaje del Señor, que estamos procurar el estar cerca del Señor, el orden nos acerca el Señor no que Él se alejó de nosotros sino que el orden a nosotros nos acerca pero el siempre esta con nosotros.




Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.
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