Dura es tu palabra Señor.
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y
ya no andaban con él. Dijo entonces
Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién
iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos
que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a
vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? (Juan 6:66-70)
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida
eterna.Yo soy el pan de vida.
Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de
él come, no muera.Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno
comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la
cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis
la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y
yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es
verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y
yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre,
asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros
padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá
eternamente. Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta
palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de
esto, les dijo: ¿Esto os ofende? (juan6:47-60)
De ese tiempo a este tiempo los creyentes eran
sentimentales y hoy las iglesias hay muchos de este tipo de personas, la gente
que estaba más cercana nuestro Señor Jesucristo en ese entonces murmuraba, los discípulos,
pero a su vez , la gente que estaba más lejana la que lo escuchaba por primera vez no murmuraban,
los que estaban con él, los que comían con él, los que vieron los prodigios que
El hacía; y hoy exactamente sucede lo
mismo, porque cuando se enseña una palabra
de corrección, disciplina muchos murmuramos diciendo “ lo que se dice no es tan
así”, pero la palabra del Señor nos enseña que la iglesia debe de ser
disciplinada y ordenada. Y aun así estando los discípulos con nuestro
Señor Jesucristo, viendo lo que El era, el hijo del Dios viviente ellos tenían
testimonio de esto, pero aun así sus discípulos murmuraban.
A veces usted recibe la palabra y sabe que la palabra es para usted, pero usted comienza a murmurar, porque la
carne tiene una lucha en nuestro interior, porque no queremos aceptar la
palabra y comenzamos a masticar, a rumiar la palabra y no nos damos cuenta que
él Señor nos esta disciplinando y diciendo que debemos de haces las cosas como
él quiere.
La pregunta sabiendo esto
¿podemos de soportar la palabra del Señor? Porque cuando la palabra proviene de
Dios, esa palabra produce sanidad interior, restauración, levanta, anima, sana,
salva, pero la iglesia confunde y comienza a meditar y pensar humanamente en su
intelecto, en su forma de ser como persona con sabiduría humana: que las cosas no son tan así…
Donde vamos a encontrar una
palabra más clara, quizás en programa de televisión o internet porque de ahí se
extrae muchas predicaciones y después las acomodamos y aunque sea así es la
palabra del Señor.
Entonces los que estaban más
cercanos al Señor eran los más criticones y a veces los que están más cerca de
su líder, te critican más pero el Señor quiere una iglesia que se someta a su
verdad, a su palabra.
Si una persona le habla otra cosa
y usted sabe que esta fuera del contexto de lo que es la palabra del Señor,
usted déjala pasar, pero cuando es del Señor y es de corrección, anima, tómela
porque es palabra del Dios, porque cuando la recibimos con fe produce algo en
nuestro interior.
Y dijo: Por eso os
he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. (Juan
6:65)
Muchos hemos seguido al Señor de
presencia física, pero no espiritual y hemos soltado su mano, solamente la inercia
nos mueve, nos motiva a cobijarnos o congregarnos. Pero el Espíritu Santo no nos
mueve para estar tristes, no nos obliga a movernos, sino que nos mueve cuando abrimos
el corazón y nos mueve para darnos
descanso para llevar nuestras cargas.
Cuando el Espíritu Santo trabaja
en el hombre y la mujer lo convence que debe de cambiar de actitud, que debe
cambiar de la forma de vida, porque el Espíritu Santo trabaja para hacer las
cosas nuevas cada día, no es de la fuerza humana, nuestra capacidad, es Dios a través
de su Espíritu, pero cuestionamos, la
palabra es dura, que es difícil de entenderla y no es así, somos nosotros
mismos.
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes
palabras de vida eterna. (Juan 6:68)
¿Cuál
es la palabra de vida eterna para nosotros hoy? La palabra de vida que nosotros
recibimos es el mensaje de salvación es la palabra que debemos de entregar al
mundo, es la palabra que debemos de vivir, es la palabra que debemos de hacerla
activa a través de nuestras acciones, actitudes.
Es
algo ilógico que estemos más inquietos por cómo se comporta nuestro hermano que
como nos compartamos nosotros mismos, es tan poco razonable que uno le diga a
su hermano: cuida tu testimonio, arregla tu vida y no vemos nuestro propio
estado.
La
palabra de vida eterna, la palabra que produce en nosotros esa llenura, donde
antes había vacío, es convencernos que Dios hizo morada en nuestra vida.
Santifícalos en tu
verdad; tu palabra es verdad. (Juan 17:17)
Cuando somos santificados en la
palabra del Señor hablamos del pan de vida porque en él fuimos santificados y
comimos de el pan por fe, cuando somos santificados tenemos la palabra de vida
en nosotros y la verdad es Jesucristo, el camino, la verdad y la vida.
Y cuando hablamos una verdad que está
escrita en la biblia muchos se duelen y se van, no les gusta.
En el principio era el verbo y el
verbo es palabra, el verbo se hizo carne que es el hijo, después que resucito subió
y dice que él mando a otro consolador que estará con nosotros hasta el fin de
los días y hoy está con nosotros pero debemos de creerlo, debemos de someternos
a la palabra del Señor, no al pastor o a la congregación, pero el Señor nos
congrego en un lugar para someternos a Dios, al pastor, el uno a los otros.
Dice la palabra que de tal manera
amo Dios, de tal manera nos amó y esa palabra es una palabra de vida eterna
porque es verdad, cuando predicamos eso, cuando le decimos a otra persona, eso
es una palabra de verdad , pero si meditamos en la palabra de verdad que dice
que de tal manera nos amó que envió a su hijo para dar su vida por nosotros , si
no creemos la palabra duele por eso la palabra produce en nosotros una función
de decirnos lo que es correcto e incorrecto pero también nos advierte que
sucede algo cuando yo creo y cuando no creo hay otro destino, cambio, entonces
la palabra de vida eterna tiene que seguir corriendo a través de su pueblo, de
su iglesia, la palabra de vida eterna tiene que seguir fluyendo a través de
nuestra voz, acciones, actitudes, no te
fijes en tu hermana o hermano, condúcete como el Señor que dice a ti como te
conduzcas porque cada uno dará cuentas al Señor un día.
Cuando uno cree que la palabra es
dura es porque no quiere someterse a ella nada más porque la palabra donde sea leída
o exhortada esa es palabra de Dios y es en la palabra donde debo moldearme.
A veces idealizamos a un
predicador internacional o evangelista que fluyen las palabras, o una confusión de palabras, dichos como si
fuera la verdad y creemos que es usado por Dios, pero eso es mentira, Dios cuando habla es una
verdad es clara, pura, sin adornos.
No reprendas al
escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará. (Proverbios
9:8)
No hay ninguno que no se moleste
cuando es corregido, los que están en el conocimiento del Señor, tenemos que
servir bien porque somos inteligentes, él provoco que le conociéramos a él y de
él vienen todas las cosas.
Porque la palabra
de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)
No hay quien no sintió dolor
cuando la palabra le toca, no hay quien que no se sienta desnudo y descubierto
cuando la palabra es del Señor nos desmenuza, nos corta a pedacitos y ese es el
problema que muchos no quieren soportar ese trato, esa cirugía espiritual
porque duele, es sin anestesia, muchos dicen hay que hablar con amor, pero la
espada no entra con anestesia, sino que entra y muchos no quieren pasar por el
pabellón, diciendo que es mejor es escapara, pero el Señor lo que quiere hacer
con su palabra es colocar un corazón nuevo, hacer una criatura diferente en
nosotros. Es decir que la palabra no es dura sino que la palabra refresca, la
palabra pone medicina cuando tenemos una herida, hace algo en nosotros que a
veces no queremos aceptar, la palabra no es solamente amor.
Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra. (2 Timoteo
3-16:17)
¿Estamos preparados para el bisturí?
tiene que sacar lo malo, la inmundicia que podamos tener, los malos
pensamientos, soberbia, altives, vanidad, entre muchas otras cosas , para estar
preparado para toda buena obra y todos estamos en este proceso, hay que seguir
creyendo a su palabra, seguir creyendo a que lo que está haciendo el Señor , es
lo correcto , porque los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien.
La palabra es dura para que el que
continuamente vuelve a ser niño o niña y le da la espalda al Señor y estas
personas siguen el evangelio según piensan y esos son soberbios y soberbias.
Las personas que no tienen temor a Dios son las que rechazan su palabra.
Lo que hace un verdadero creyente
cuando entiende la palabra, aprende a aceptar
su voluntad, está escuchando y deja que
la voluntad de Dios se haga en su vida
El temor de Jehová
aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados. (Proverbios
10:27)
Si escuchamos y a la
ves obedecemos la palabra, nuestros días
serán más largos aquí en la tierra, es decir que podemos tener una
larga vida, pero los que no la obedecen
y no la ponen por obra en su vida, su vida va a ser acortada.
Congregación cristiana de resturacion de fe Elohim.
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