El reino de los cielos sufre violencia.

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. (Mateo 11:12)

Tenemos que batallar, defender lo que DIOS nos ha entregado, defender lo que DIOS puso a su alcance que es la salvación, tu fe defiéndela, defiende a tu familia, defiende tu andar, defiende tu testimonio,¡ peléalo!, que nadie diga algo negativo tuyo si no es verdad ¡defiéndelo! Los violentos entran al reino de los cielos.

Pero cuando se habla de defender no quiere decir que nos estrechemos a golpes, la violencia que habla este versículo es que nosotros tenemos que batallar día a día para poder defender reino de los cielos, porque mientras estemos aquí en la tierra debemos mantener nuestra fe, porque aquí se hace difícil mantener la fe, mantener la constancia, encontrar obreros y obreras del Señor, por eso debemos pelear la buena batalla.

El violento Batalla por el reino de los cielos y no solamente por las necesidades de la vida, para que otros los sigan.

Eso significa que cuando usted  entra al reino de los cielos es para otros vengan detrás suyo  y digan: yo sigo a ese violento porque ese dejo todo por hablarme del Señor… esos van a contar historia, de esos van a ver recuerdos pero de aquellos que van a la iglesia y viven sentados a una silla nadie va hablar de ellos.

Hay muchos cristianos que no tienen violencia para pelear esta batalla de predicar y evangelizar solamente la conocen en teoría, pero en la práctica nunca la han vivido, ese es el evangelio de los cómodos, de los tibios, de los por si acaso, de aquellos que no conocen realmente el compromiso de lo que significa llevar la gratas nuevas de salvación, esos no son violentos, no sirven para nada, porque el reino de DIOS solamente se conquista con violencia, con fuerza y poder divino de lo alto.

La palabra violencia significa: fuerza impetuosa, violento significa: ser fuerte, impetuoso. El sinónimo de la palabra violento es apasionado, autoritario, brutal, vivo. Es pasión.

El reino de los cielos esta para cada uno de nosotros, pero tenemos una batalla, una pelea constante, no podemos dejar que el diablo los coloque el pie encima y muchos de nosotros le echamos la culpa a lo que nos rodea, la familia, la esposa, el esposo, los hijos, la economía, pero si  entraste al reino de DIOS,  dejas que el rey te gobierne; porque tienes un llamado para entrar al reino de los cielos donde está el Rey de reyes y Señor de señores, porque son capacitados  con violencia, con pasión, con poder divino de lo alto, para lograr entrar a la presencia de DIOS; la biblia declara: aquel que este firme mire que no caiga…

La pasión no es solamente cantar y llorar, la pasión es hacer, movimiento, es poder desprenderse de uno mismo para entregar a otros lo que ya hemos recibido de parte de DIOS, la pasión es buscar e invertir tiempo en engrandecer y extender el reino de DIOS, la pasión es poder entender a los demás cuando nadie los entiende, es negarnos a nosotros mismos de nuestras dolencias y de nuestra necesidad en beneficio de los demás y eso es en lo que la iglesia carece; la iglesia carece de negarse, la iglesia carece de pasión, carece de violencia.

Si Dios te puso en un lugar dentro de tu congregación o te puso en un lugar para que seas oído, o para que seas ejemplo para otros donde osea tienes que ser impetuoso, tener ideas, pedir a DIOS su cobertura para que te guié, te fortalezca.

Pero a veces nos convertimos en religiosos estamos igual que los escribas y fariseos, estamos limitando la entrada para que otros entren, pero nosotros estando dentro no manifestamos que necesitamos ver el ejemplo para que otros lleguen; porque no tenemos pasión para entregar el mensaje, estamos de crítica en critica, que no hacemos esto, lo otro somos nosotros que debemos mostrar ímpetu.

Una persona impetuosa tiene ideas. Cree que es débil pero tiene las ganas y nadie le quita las ganas.

Hay gente que llega por primera vez a la iglesia y quiere desarrollarse y quiere hacer y se mueve pero los que están dentro que son los escribas y fariseos, los que conocen la biblia, esos que llevan más tiempo lo discriminan, no hacemos nosotros lo que tenemos que hacer y no dejamos hacer a los que vienen llegando.

Más ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. (Mateo 23:13)

Ay de aquellos que no dan testimonio y que no son fieles al señor, estas cerrando la puerta para que otros se conviertan, para que otros crean porque cuando un hombre o una mujer realmente se convierte al señor le es fiel, no se apartan por una u otra cosa sino que quieren estar  juntos  pero el evangelio de hoy cada cual quiere seguir lo suyo propio, el trabajo, el estudio, los compromisos familiares y sociales son la prioridad y el señor dice que para todo hay tiempo.

¿Cómo van entrar aquellos que quieren entrar si yo con mi actitud, con mi testimonio estoy cerrando la puerta? Sabías que espiritualmente nosotros estamos marcados, tenemos un sello del Espíritu Santo una garantía no podemos ver ese sello con los ojos carnales pero en el reino, eso que no se ve, provoca que cuando vamos caminando por algún lugar y andan los diablitos chicos al lado suyo dicen: ese(a) es cristiano o cristiana… es decir que nosotros tenemos identificación espiritual, es como nuestro carnet de identidad,  y el diablo sabe que somos hijos de DIOS, lo sabe el diablo nos tiene identificados y también a los tibios y dice: de estos no me hago problema… los que se esfuerzan, los que pelean, los que están apasionados por el reino, los que son agradecidos, las luchas son fuertes por eso es que los violentos van a entrar al reino de los cielos.

Los violentos son los que necesitan ánimo, tomar cada día fuerzas para que esta violencia sea en beneficio de aquellos que no tienen ánimo, ni valor para seguir peleando.

Si tomas una decisión de seguir al Señor deja de vivir de acuerdo a este mundo, toma la decisión por que el Señor quiere hombre y mujeres con destino de cambios eso no quiere decir que fallaremos, fallaremos mientras estemos aquí en la tierra por nuestras debilidades pero cuando somos impetuosos, violentos para seguir en el camino del Señor vamos a tener victoria, tras victoria, vamos a madurar, crecer

Pero hay gente que no tiene fuerza para tomar el evangelio de verdad para tomarlo de una manera diferente como se conoce en estos tiempos, no tienen idea de que realmente es el evangelio, el evangelio es una relación con el Señor, no es religión pero hay que tomarlo en serio.

Debemos tomar en serio el evangelio porque todos tenemos algo en que aportar, no es solamente ir a aprender y a escuchar a la iglesia, sino colocar en prectica lo que el Señor nos ha entregado, crecer en su obra, porque el reino de los cielos sufre violencia y solo los violentos lo arrebatan.

La biblia dice pelea la buena batalla pero no se pelea con tu mismo hermano o hermana sino con nuestro ego, nuestra humanidad, nuestra carne y cuando nosotros peleamos con nosotros mismos otros están mirando que vamos cambiando y cuando tú eres ejemplo para otros eso extiende los límites y te das cuenta de que eres distinto o distinta.

No es solamente hablar; es hacer

Congregación de restauración de fe Elohim.