Cuanto poder tiene nuestra lengua.



      La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos. (Proverbios 18:21)

Muchos de nosotros tenemos tantas cosas humanas, carnales y nos justificamos,  circunstancia, situaciones y nos olvidamos que: él que nos hizo o que nos tomó y nos hizo de nuevo provoco en nosotros un nacer de nuevo y cuando en nosotros está el saber que somos nuevos o que nos hizo nuevos a pesar de la edad que podamos de tener el Señor nos dio un privilegio de nacer de nuevo.

Pero al pasar el tiempo porque volvemos a ser carne sabiendo que el Señor hizo algo diferente en nosotros.
Cuando nosotros somos nuevos en el Señor nuestra vida anterior va menguando, pero en otras personas es gradual, pero lo que deberíamos de preguntarnos: ¿somos lengua, soy pura carne? Porque el hombre y la mujer que es más carne siempre está hablando, siempre está criticando lo que se hace o lo que se deja de hacer, o que ve y ve que otros lo están haciendo mejor, es porque solamente está viendo y escuchando carnalmente, pero la palabra del Señor es clara que la vida y la muerte están en el poder de la lengua y el que la ama comerá de sus frutos.

Cuántos de nosotros hemos comido de nuestras palabras, cuantos de nosotros estamos saboreando hoy el fruto de lo que hemos sembrado a través de nuestros dichos; la palabra del Señor nos indica que debemos de confiar en lo que El quiere hacer en nosotros pero para que eso sea posible, nosotros debemos de darle un valor a la lengua, porque si no la controlamos tenemos un problema grave, la lengua tiene el poder o facultad de vida o de muerte, una persona que tiene facultad tiene autoridad es por eso que la lengua tiene una autoridad. Porque cuando nosotros declaramos algo aunque sea mentira si alguien me escucha, va creer lo que estamos diciendo porque hay una autoridad, facultad de parte nuestra como persona, porque nuestra lengua está actuando y declarando.

Muchas personas en campañas, en evangelismo usan palabras tales como: yo declaro, yo declaro bendición para ti… ¿bíblicamente nosotros  tenemos esa autoridad para declararle a otra persona bendición si no fuera por Dios? Pero hoy en día es fácil decir: yo proclamo, yo declaro, pero  todo es posible bajo la soberanía y autoridad de nuestro Señor Jesucristo y a veces nos saltamos eso, lo que nosotros en ese caso deberíamos decir: en el nombre de mi Señor Jesucristo declaramos… y esa palabra yo esta demás, cuando hacemos parte o nos hacemos parte del Señor la palabra yo muere y cuando decimos declaramos es porque estamos con él y él con nosotros, y es él el que hace las cosas por eso es que en el poder de la lengua hay y suceden cosas.

Las palabras del chismoso son como bocados suaves,  Y penetran hasta las entrañas. (Proverbios 18:8)

       Chismoso es : murmuración o soplón, chismear es desacreditar, cuando nos damos cuenta que existen personas que se dedican a buscar, indagar cosas y no se dan cuenta que con sus dichos están perjudicando el bienestar familiar, espiritual, la unidad de lo que es cuerpo de nuestro Señor Jesucristo es necesario que debemos de darnos cuanta si lo que escuchamos es un chisme y huir del chismoso o chismosa porque si nos quedamos escuchando lo que esa persona nos contaminamos cuando escuchamos un chisme, también debemos de cuidar lo que dicen nuestros labios, lo que proclama nuestra lengua. 

A veces no nos damos cuenta porque nos suceden cosas y es porque estamos comiendo de lo que nosotros proclamamos y nuestro Señor quiere que en nosotros se provoque un hablar bien, El quiere que la iglesia hable bien, no fijándonos en lo negativo del uno y del otro sino fijándonos en lo que Dios pueda hacer con la persona, porque a veces criticamos y hablamos mucho, debemos de proclamar un palabra de bendición en las personas para que las cosas que vengan a futuro, también las podamos de disfruta juntos como hermanos,  Aunque haya adversidad nosotros siempre debemos de hablar bien, aunque todo sea difícil hablar bien y cuando no tenemos ese poder de aguantar de hablar bien, frenemos nuestra lengua, clamemos al Señor, proclamemos en todo tiempo esa bienaventuranza en nosotros y para los demás.
Si queremos que nos vaya bien en los estudios, trabajo, y que la vida nos sonría, no importa lo que estemos pasando, enfermedad, problemas económicos, dificultades amorosas, si queremos que el Señor nos de paz hablemos bien.

El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos. (Proverbios 16:28)

 Cuando pasa el tiempo nos damos cuenta que fue el chisme lo que nos dividió, aparto y a veces nos cuesta enfrentar a personas y decirle: eres un chismoso, una chismosa… las personas más chismosas pueden mostrar una cara muy amable, muy sonriente, pero usted se puede dar cuenta que con otras personas están hablando mal de usted.
Hay personas que proclaman en sus vidas: yo soy como soy… y si puedo hago esto, esto otro… y Dios sabe que soy así…  esas personas no tienen bendición en su vida, porque son egoístas y están proclamando solamente egocentrismo, no están mirando hacia los demás, a su exterior, pero cuando usted piensa hacia los demás, usted bendice el entorno que lo rodea.

Hablar bien cuesta, de repente queda la comida pasada a sal y hay que decir que esta buena, pero cuando quizás llega el esposo de su trabajo y la esposa le dice: como te fue…, el dice: no me fue muy bien, pero mañana me ira mejor… cambia.
En los psicólogos están llenos de gente con estrés y es por lo que proclaman en sus vidas, es tanto lo que proclaman o se dice, pero nosotros quizás a nuestro alrededor podemos ver calamidades, pero cuando estamos en el Reino de Dios nosotros estamos en su justicia y El es justo.

Cuando pasan cosas en nuestro vecindario, barrio, a nuestro alrededor y afecta a nuestra familia y nos ponemos un poco temerosos pero recordemos la palabra del Señor, somos guardados bajo la mano poderosa del Señor, debemos proclamar bienestar en nuestra vida.
Quizás no hay ganas de orar, de congregarnos, no tenemos ganas de cantar, ni muchos menos de adorar, pero cuando en nuestro corazón hay una palabra buena, limpia, de bien te da ánimo.
Porque no somos capaces de hacer vivir la palabra en nosotros, porque si la hacemos, vivir en nosotros el Señor se va hacer notar en milagros, señales, porque estamos proclamando que El es verdad, que es el mismo de ayer y de hoy, que él vive, que él está en nosotros y con nosotros pero tenemos que creerlo y proclamarlo en nuestras vidas, en nuestros hogares.

Cada uno de nosotros debemos de proclamar con nuestra lengua lo que no es como si fuera, si todo el tiempo estamos diciendo: es difícil, me cuesta… todo se nos será difícil, porque lo estamos creyendo pero él coloca el querer como el hacer y cuando proclamamos en nuestra vida todo lo puedo en Cristo que me fortaleze, soy un gigante en las manos del Señor, soy poderoso en las manos del Señor. Dios no mira nuestros detalles o defectos mira a su hijo que murió en la Cruz por nosotros y derramo su sangre y el precio de todas las cosas malas negativas que tenemos nosotros, el Señor las cubrió con su sangre para darnos acceso a la presencia de su padre, es por eso de que debemos darle gracias, es por eso que debemos de buscar como nunca al Señor, la vida pasa, el tiempo se nos va y no nos damos cuenta porque estamos viviendo en el pecado de vivir solamente lo terrenal.

Todo lo que hagamos en favor del reino de Dios, él es justo y a su tiempo hará, es por eso que debemos de proclamar en nosotros la palabra, no buscar protagonismo, no ser admirado, quítese de nosotros toda vanidad, egocentrismo; sino todo lo contrario si alguien nos admira o nos ve como alguien especial que vea la gracia de Dios no vea lo que hay en nosotros como personas porque fallamos, pero debemos de dar un paso y otro paso cada día, proclamar, porque en poder de nuestra lengua esta nuestro futuro, lo que seamos mañana como esposo, como padre, como hija o hijo depende de lo que nosotros proclamamos hoy.

Debemos de cuidar nuestra intimidad, comunión como hermanos en el Señor, tengamos cuidado con los chismosos que son murmuradores, y esos se encuentran en los culto y nada les gusta, siempre se quejan de que nadie les toma en cuenta , florece un carácter de egocentria viven su propio problema, su propio dolor. Pero cuando nos inquietamos por los demás el  Señor trabaja por nosotros y si pensamos así y lo proclamamos lo vamos a vivir.
Lo espiritual está dentro de nosotros y lo que el diablo busca destruir lo que está dentro de nosotros es la presencia del Espíritu Santo y cada vez que recibimos cosas malas, negativas, estamos ensuciando la habitación del Espíritu Santo, lo voy constriñendo y dejando en un lugar apartado porque lo demás que esta para él dispuesto se comienza a ensuciar con los chismes, cuestionamientos y las cosas que dicen y proclamo es por eso que el Señor necesita en nosotros que podamos hablar bien de todo, errores todos vamos a cometer y vamos a fallar el uno con el otro y en diferentes cosas, pero cuando proclamamos que el Señor va a prosperar, va bendecir a mi hermana o hermano, él va cambiar va ser una mejor persona, estamos proclamando una profecía delante de Dios y de sus hermanos sin decirlo públicamente, pero en la intimidad porque si nosotros oramos en la intimidad él, recompensa en público y un día vamos a decir: yo un día creí que el Señor iba ser cosas grandes con mi hermana o hermano… y va a dar gracias a Dios porque lo está viendo y es por eso de que no debemos de criticar lo que está pasando no hablemos mal.

Todos tenemos proyectos como familia, pero si no creemos que lo tenemos nunca lo vamos a tener, es tiempo de despertar abrir la ventanas, que el mundo vea que nosotros pasamos las mismas cosas, pero seguimos creyendo que él es con nosotros, aunque todos vean que todo este malo dejemos vean que él es con nosotros, proclamémoslo, nos falta ser humildes, reconocer que somos dependientes y necesitados del Señor, que nada es por nuestras fuerzas o capacidades porque él mueve un dedo y ya no somos, necesitamos proclamar, testificar cosas positivas, cosas buenas.

Ya no es tiempo de andar chismeando debemos hablar bien, es fácil decir: te amo hermano… pero es solo de boca, , cuando realmente nos amamos quiero estar con mi hermanos o hermana adorando al Señor, hoy se ha perdido ese gusto de estar juntos adorando al Señor, ignorando que esos momentos no se repiten, que no va a ser igual que otro, que la persona que va de nuestro lado quizás mañana no va estar por eso es que necesitamos estar bien proclamar algo lindo y bueno.



Congregación de restauración de fe Elohim.
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