Motivos para orar.
Todos tenemos motivos para orar, cuando uno está enfermo, cuando hay problemas matrimoniales, problemas familiares, problemas económicos porque la vida esta llena de problemas y nosotros estamos dentro del gobierno o reino de nuestro Dios donde también padecemos este tipo de dificultades pero estamos bajo su soberanía.
El hombre y mujer del Señor necesita primero que nada tener fe y la fe viene por el oír, el oír palabra del Señor, la fe también aumenta cuando van pasando sucesos en cuanto a la vida espiritual donde nosotros tenemos vivencias espirituales, encuentros espirituales con el Señor donde el hace maravillas y eso nos da motivos para orar.
Nosotros oramos porque Dios concede y hace las cosas porque el es Dios sobre todas las cosas, soberano, los creyentes primero que nada más que tener un motivo para orar debemos ser agradecidos, un hombre o una mujer de Dios que es agradecido no necesita mucho impulso para orar pero todos en un momento en nuestro andar en el Señor necesitamos un impulso de ánimo, todos necesitamos eso, aunque usted sea el más grandes evangelista, pastor, necesita una palabra que los motive a orar. pero ¿Por qué necesitamos estar en contacto a través de la oración? Es porque es la única forma que nosotros podemos estar más íntimamente relacionándonos con Dios, nosotros tenemos una comunión con Dios pero necesitamos intimar con ÉL y para eso hay que disponer un espacio sin restricción, tener una tranquilidad, todo debe estar en un orden para tener ese momento de intimidad.
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. (Génesis 15:1) Jehová como le dice a Abram nos dice a nosotros que Dios es nuestro escudo y solo en Él debemos de refugiarnos porque Él es nuestro escudo y galardón, galardón es una recompensa, en Él tenemos la protección que a la vez si nosotros permanecemos en Él tenemos una recompensa, tenemos un galardón.Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. (Salmo 30:11) Algunos dicen: pero si estoy pasando este problema… estoy pasando una dificultad… nosotros en el mundo estábamos llenos de lamento, en tinieblas, no había nada que en nosotros provocara un gozo pleno, habían momentos de felicidad pero eran todos de fantasía porque después volvía la realidad y en vez de solucionar nuestros problemas estábamos cada vez más hundido en la dificultad pero cuando llegamos al Señor dice que le cambio nuestro lamento en baile es decir nos sacó de las tinieblas y nos trajo a su luz admirable, Él puso en nosotros vestiduras nuevas para entender que Él es nuestro escudo, fortaleza y tenemos un galardón pero si permanecemos en Él y nos dio alegría cosa que a veces no se nota en nosotros.
Los problemas en el Señor no son capaz de doblegar al creyente o de tenerlo triste y amargado, podemos tener momentos donde tenemos conflictos emocionales pero viene la presencia del Señor que está dentro de nosotros y nos comienza a tocar, motivar y decirnos: levántate, cree… es decir que nosotros tenemos un motivo tremendo para orar porque Él ha cambiado nuestro lamento en baile y eso no quiere decir que en el camino del Señor no vamos a pasar por problemas, enfermedades, vienen cosas fuertes pero ese lamento que teníamos en el mundo si pasamos lo mismo en el Señor tenemos la esperanza que Él todo lo que hace lo hace para bien porque los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien.
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3)
Eso es para nosotros que estamos dentro de los caminos del Señor y tenemos que clamar porque a medida que vamos adorando, buscando en la oración, vamos conociendo lo que el Señor quiere primeramente para nosotros en cuanto al servicio, lo que ÉL nos quiere a dar a conocer para trabajar en su reino aquí en la tierra, y nos comienza a dar a conocer cosas grandes que anteriormente no podríamos conocer porque estábamos en la carne pero hoy estamos en el espíritu, estamos ceñidos con la presencia del Señor a través del Espíritu Santo, todo lo que es del espíritu es nacido de nuevo y nosotros hemos nacido de nuevo y es por eso que la biblia dice que las cosas viejas quedaron atrás porque Él cambio tu lamento en baile.
La gente va a las iglesias a buscar respuestas en distintas formas para que el Señor les hable por un problema, situación pero los que hemos creído y entendido lo que el Señor quiere para nosotros y tenemos solución del momento en que nos arrepentimos, tenemos que ser obedientes para alcanzar esas promesas, tenemos que conducirnos como ÉL nos ha enseñado a través de la palabra, ninguno de nosotros necesitamos profecías para decirnos como debemos comportarnos ninguno necesita eso porque la palabra dice que es lumbrera en nuestro camino pero cuando el Señor quiere manifestarnos algo puntual a nuestras vidas, cuando nos vea turbados o turbadas Él va a levantar a uno de sus siervos y nos va decir lo que debemos hacer pero de una manera puntual pero si yo me ciño con la palabra en la obediencia dice que hay ganancia. Cuando estamos en esa relación con el Señor comenzamos a descubrir como tenemos que caminar, comenzamos a saber cómo Dios obra en milagros.
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Salmo 27:1)
El salmista está diciendo: venga lo que venga yo tengo en ÉL porque es mi luz y fortaleza… si no entendemos que la oración es entrar en la comunión con el Señor nunca voy a tener esa seguridad, nunca voy a poder estar tranquilo, siempre voy a andar con temor de que algo me va a pasar, algo va a suceder pero venga lo que venga los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien, entonces en esa confianza, en esa plenitud de convicción que debemos tener los creyentes nosotros caminamos tranquilos porque ÉL es nuestra luz y fortaleza, mi salvación y mi pronto auxilio.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días. (Salmo 23:6)
Para esto debemos estar en la comunión con Dios, en la oración, uno siente que le sigue el bien y la misericordia cuando se nos libra de un accidente, cuando pone el pan en nuestra mesa, cuando arreglas tus malas decisiones y Él te ayuda a tener la inteligencia para salir de eso pero lo primero es accionar y doblegarnos a Él, si la gente que va a la iglesia no tiene el conocimiento no le gusta orar porque no conocemos que tenemos un montón de motivos para orar y ser agradecido, nosotros fallamos pero el bien Dios siempre lo pone delante de nosotros pero para eso debemos someternos a ÉL, debemos entrar en comunión, intimar con Él, cuando uno camina bien dice que el bien y la misericordia no falla.
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
(Malaquías 3:10-11)
Todos debemos de entender que tenemos que ser de un corazón generoso, este es uno de los textos que muchos utilizan y mal utilizan para pedir dinero, sabemos que la obra de Dios necesita de nuestra finanza y también dice el Señor que Él va a cuidar nuestra economía pero debemos de ser de un corazón generoso, todas las cosas tienen un orden, un porque y para qué en el Señor, el Señor no necesita el dinero porque realmente para entrar al reino de los cielos no necesitamos pagar, necesitamos entregar nuestra vida a nuestro Señor Jesucristo en rendirnos a Él pero lo que es la obra terrenalmente se necesita el dinero y si estamos dentro de una casa de oración y participo de una mienbrecía y soy mezquino es porque no soy agradecido y siendo agradecidos Él va a cuidar toda nuestra economía.
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación. (Salmo 91:14-16)
Aquí hay muchas promesas, los que nos portamos bien o queremos portarnos bien dice que los años van a ser largos aquí en la tierra ya que cuando pasan los años y uno se va poniendo viejo y no queremos morir pero sabemos que todos un día tenemos que partir de este mundo, entonces cuando nos ordenamos en nuestra vida el Señor nos dice que hagamos lo que tenemos que hacer en su reino, trabajar en él, dar frutos en su reino porque nos va alargar los días de vida.
Hubo un hombre que el Señor después le añadió de lo que había perdido de vida, le dio lo mejor, dice que ese hombre murió de más de 100 años y dice que murió lleno de vida y ese hombre fue Job, necesitamos al Señor para que nos ayude hacer bien, para estar en esa plena comunión para que esas promesas se cumplan en nosotros, tenemos grandes promesas como no vamos a orar.
Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano.
(Salmo 37:24)
Cuando uno de nosotros cae la promesa está porque no nos vamos a quedar ahí postrados, Él nos va a levantar, su mano nos sostiene, a pesar de todos nuestros errores su manos nos protege y nos guarda, muchas veces hemos querido tomar otro rumbo pero su mano nos sujeta.
Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.
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