Ordena tu closet.
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús,
tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron
también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.
Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a
ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron
entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados. (Juan 19:23-24)
Nuestro Señor Jesucristo tenía una vestimenta
muy especial, tenía una túnica sin costura y eso significa una perfección es
decir que nuestro Señor Jesucristo tenía una vestimenta perfecta y de esto
quiere hablarnos nuestro Señor Jesucristo nos dice: ¨ordena tu closet¨, muchos
de nosotros tenemos en nuestro hogar un closet quizás de un cuerpo o dos
cuerpos con cajoneras pero si usted se ha dado cuenta muchas veces es un
desorden nuestro closet para que podamos entender este tema el closet lo
semejamos a nuestra vida espiritual según nuestro closet es nuestra vida
espiritual.
Hay closet que están vacíos, hay vidas
espirituales que están vacías, hay closet que están llenos de ropa pero toda
desordenada, nuestra vida espiritual es un desorden y hay muchos closet que
están ordenados aparentemente pero sus ropas son viejas.
Los que tienen el closet lleno son los
que no hacen nada y que siempre tienen escusas, muchos de nosotros tenemos el
closet lleno de ropa que ya no sirve, ropa que tiene un pequeño orificio y la
reparamos, la volvemos a reparar y sigue guardada en el closet y cada vez le
seguimos echando cada vez más ropa y ya no cabe más ropa, y siempre somos
aquellos que decimos: cuando baje algunos
kilitos voy a usar ese vestido… y ese vestido lleva un año guardado en el
closet, cuando baje unos kilitos ese
pantalón me va brochar… y el pantalón sigue guardado, son aquellas personas
que no les gusta hacer nada y viven con escusas. Y
es más a lo mejor las mujeres tienen una blusa y dicen: cuando me compre algo que combine la voy a usar… y nunca se compra
nada que combine, entonces no le gusta lo guarda, lo guarda y lo guarda. Y ese
cajón vive lleno, desordenado y con el tiempo esa ropa pasa de moda, llega
otra moda y la ropa sigue guardada.
Pero hay momentos que tratamos de desechar
todo lo malo, todo lo que está viejo, todo lo que no se usa, todo lo que no
sirve y esa persona espera en fe, espera que alguien le va a regalar algo pero a lo mejor
puede pasar mucho tiempo pero siempre tiene un espacio para la fe y eso es
saber esperar en el Señor.
Es necesario
sacar lo que no sirve de nuestra vida, hay
cosas negativas en nuestra vida y que hasta el día de hoy han permanecido, hay
cosas negativas en nuestros corazones que hasta el día de hoy no somos capaces
de quitar porque creemos que Dios lo va hacer pero es nuestra decisión dejarlo
hoy, no podemos esperar diciendo: Señor
cuando tú quieras has esto… y el Señor nos dice que hay cosas que están
estorbando que la bendición llegue a nuestro hogar, a nuestra vida, que aún
queda ropa vieja, y revestido del nuevo, el
cual conforme a la imagen del que lo creó se
va renovando hasta el conocimiento pleno (colosenses
3:10)
cada uno de nosotros buscamos esa semejanza de Dios vamos en un camino de perfección
pero las cosas viejas nos detienen y si la palabra de nuestro Señor nos dice
que las cosas viejas pasaron es porque pasaron, pero pasan cuando creemos que
pasaron, cuando decimos que pasaron, cuando nuestro testimonio demuestra que
las cosas viejas pasaron y no seguimos en lo mismo es por eso que el Señor nos
dice ordénate, ordena tu corazón.
El Señor nos dice
que hay cosas que debemos dejar y quizás para nosotros es muy difícil pero el Señor
como nos conoce tanto nos dice que hoy es el tiempo para hacerlo, deja las
cosas viejas, deja de hacer lo que hacías antes ya no tienes tiempo atrás,
aunque quieras mirar atrás hacia Egipto no tienes vuelta atrás.
Cuando uno se
viste de ese linaje, del hilo fino está marcando una diferencia porque para eso
estamos llamados a marcar una diferencia con los demás, el Señor quiere que
marquemos una diferencia porque cada uno de nosotros llevamos las vestimentas
de nuestro Señor Jesucristo, una vestimenta santa que no fue porque la merecíamos
sino que es un regalo de Dios para sus hijos, hoy tenemos la túnica sin costura
pero debemos de cuidarla porque eso marco la diferencia de nuestro Señor
Jesucristo con los demás, porque no todos la tenían pero él si la tenía.
Dice la palabra que sus vestidos fueron rotos
en cuatro partes pero cuando vieron su túnica le dieron el gran valor que decidieron
echar suertes, dijeron: esto no lo
podemos romper…, su perfección no la puede romper, muchos podrán echar
suerte sobre nuestra vestimenta espiritual pero solamente depende de nosotros
que la podamos cuidar, cada uno marca una diferencia, usted marca una
diferencia donde está, en su trabajo, estudios, en su hogar porque somos
diferente, el mundo debe vernos diferentes, estamos injertos en un mundo que
hoy está corrompido por muchas cosas y estamos llamados a marcan una diferencia.
Cuál es la
diferencia que marcamos, nos congregamos, cantamos, adoramos al Señor, el mundo
quiere ver cosas diferentes en nosotros y para ver cosas diferentes debemos de
dejar la ropa sucia.
El hombre cuando
al principio peco quiso tapar su desnudes porque le dio vergüenza, porque el
pecado produce vergüenza, cuando cometemos un pecado, pecamos, nos da miedo,
tratamos de no mostrar nuestro rostro y nos tapamos pero dice que Dios en su
infinito amor tuvo que hacer un sacrificio y este sacrificio produjo que Dios
vistió al hombre y a la mujer, era un anuncio de lo que venía, era un anuncio para nosotros que Dios nos iba a vestir y el sacrificio fue su hijo nuestro
Señor Jesucristo.
Dios nos conoce
tanto que conoce nuestra desnudes, nuestro pecado pero hoy tenemos esa garantía
inmerecida, es inmerecida y de ese momento anuncio nuestra salvación, hoy la
tenemos por fe, Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles es
decir los vistió por completo, la gracia de Dios nos viste, el hombre se dio
cuenta que estaba desnudo y tendría que recordar su pecado, cada vez que nos
vemos desnudos recordamos que somos pecadores pero cuando vemos nuestra
vestimenta nos damos cuenta que tenemos vestimenta de hijo, de real sacerdocio,
debemos de despojarnos de esas vestiduras que están sucias y contaminadas, No mintáis los unos a
los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos (colosenses
3:9) debemos de actúar de una manera diferente porque
el Señor nos trajo a hacer diferentes.
Por
tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas
rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de
tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. (Apocalipsis 3:18) muchos quizás hoy
caminan ciegamente espiritualmente pero el Señor comienza abrir los ojos de cada
uno, muchos quizás hemos dicho o cantado: Señor
yo antes era ciego y ahora veo… pero el peor de los ciegos es aquel que
teniendo la vista no quiera ver, más que no pueda que no quiera ver.
Debemos de analizarnos, nos hemos
despojado de todo lo viejo, hemos ordenado nuestro closet, hemos ordenado
nuestro corazón o hay cosas que todavía están que quedan dentro del corazón y
que han sido un estorbo. Que nos estorba hoy, que está produciendo ese
declinar, ese cansancio. a veces buscamos cosas en nuestro pasado para traerlas
a nuestro futuro pero el Señor nos dice ordena tu closet.
Hoy tenemos las vestiduras santas, el
Señor nos ha vestido con vestiduras nuevas, hemos sido revestidos en el Señor,
hemos sido cubiertos por su sangre,esa sangre preciosa es aquella que nos
lava, limpia, purifica, nos compró por alto precio y esa sacrificio hoy para
nosotros es salvación y eso nadie nos puede quitar, nadie puede quitar tus
convicciones, tu fe porque si Dios te lo dio es un regalo para ti solamente debes
cuidarlo, mantenerlo, procurar mantenerlo limpio con buen testimonio de vida,
es lo que Dios quiere de nosotros.
Hoy el mundo quiere echar suerte sobre
nosotros, quiere ver a qué hora usted cae, a qué hora va a pecar porque el
mundo tiene los ojos puestos en nosotros pero el Señor guarda a sus hijos,
muchos se levantaran sobre nosotros diciendo que ellos tienen la verdad,
mintiendo pero a pesar de eso gócese en el tiempo de persecución, gócese en el
tiempo que tenga que decir una verdad y dígalo con gozo, amor, aunque la otra
persona no le crea y lo trate de mentiroso o loco, dígale: no importa porque lo que yo siento, si tú lo quieres sentir depende de
ti…
Es tiempo que ordenemos nuestra vida y nuestro corazón.
Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.
Leave a Comment