La ley.
Muchos creyentes manifestamos que estamos libre
de la ley que menciona la palabra de Dios porque la ley se aplicó en nuestro
Señor Jesucristo pero también hay algo que esta antes de esto que debemos de
saber, la ley fue dada al pueblo de Israel a través de Moisés y como creyentes
pasamos a ser injertados al pueblo de Dios pero bajo la ley pero como pueblo de
Dios no estamos directamente bajo la ley del pueblo de Israel pero si la
cumplimos gracias a nuestro Señor Jesucristo.
La ley que Dios entrego al pueblo de Israel a
través de Moisés ¿sirve, nos rige, conduce o no como creyentes?, ¿el que
nosotros no la cumplamos quiere decir que no sirve?, la
ley fue dada al pueblo de Israel para que conocieran el pecado porque
cuando no tenían la ley hacían lo que deseaban pero después tuvo Dios que
mandar estas leyes para que el pueblo de Israel se sujetara en una ordenanza de
conducta es decir para que la conducta moral, espiritual fuera regida por una
ley y el que no la cumplía moría, es decir que la ley se manifiesta al pueblo de Israel por
causa del pecado.
Por otra parte la ley fue amolada o anulada por
nuestro Señor Jesucristo pero a la vez la ley se cumplió en Él, la ley se anuló para los creyentes, Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna. (Juan 3:16) es decir ya no hay condenación.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos. No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas;
no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que
hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la
ley, hasta que todo se haya cumplido. (Mateo 5:16-18)
Muchos utilizan estos versículos para
introducirlos como doctrina y que según es así textualmente, podemos ver que
dice: ni una jota ni una tilde pasará de
la ley, hasta que todo se haya cumplido… y muchas personas religiosas dicen
les gusta leer en antiguo testamento pero no profundizan en lo que es lo
literal de la biblia y se toman solamente de lo que leen.
Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras
fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el
rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con
gloria el ministerio del espíritu?
(2 Corintios 3:7)
Cuando se refiere al ministerio de muerte se
refiere a la ley que fue grabada con gloria, la gloria era pasajera no iba a
ser permanente, la ley iba a perecer, no iba a ser permanente, iba a llegar un
momento en que se iba a terminar, no es una cosa que nos deja enlazados para
continuar.
La venida del Señor nos enseña que el acto,
ministerio u obra que ÉL vino a ejercer aquí en la tierra fue de redención, obra redentora y redimir quiere decir comprados a precio de sangre. Fue una obra redentora, gloriosa, fue una vez y para siempre.
Dios nos declara en justicia o justos
delante de Él no por nuestras obras sino que nos hace justos o nos justifica
gracias a nuestro Señor Jesucristo y no es una justicia que nosotros podamos tomar
o dejar sino que es hecha justicia cuando nos arrepentimos ya la tomamos por
gracia y no la podemos soltar, Él nos la regalo, delante del Padre somos
mirados de otra forma, somos mirados como hijos, herederos y coherederos de la
gracia de nuestro Señor Jesucristo.
No
pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti,
diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la
impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. No por tu
justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos,
sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de
ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y
Jacob. (Deuteronomio 9:4-5)
El pueblo de Israel no era merecedor de las
bendiciones o de los pactos que tenía Dios con su pueblo porque era un pueblo
desobediente e idolatra y nosotros fuimos favorecidos porque fue esparcido ese
amor para la humanidad y ahí entramos nosotros los creyentes como pueblo suyo.
Dios es su gran amor le plació de igual manera
entregarle al pueblo de Israel esas promesas y hoy nos entrega a nosotros
sabiendo que caemos en falta, fallamos pero Él ya hizo un pacto con nosotros,
Él va a ser fiel pero obviamente no es una cosa que esa fidelidad que Él tiene no
merezca reverencia, honra o respeto sino que esa es la parte que nos compete a
nosotros como creyentes.
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por
la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo
he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en
él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe
de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe
(Filipenses 3:8-9)
Pablo está diciendo que es conveniente creer en
nuestro Señor Jesucristo porque lo que se justifica en Él no tiene cambio sino
que permanece, esta como desechando la ley del pueblo de Israel pero
agradeciendo por nuestro Señor Jesucristo.
no
teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de
Cristo… aquí
está dando una respuesta completa, que es
por la ley, sino la que es por la fe de Cristo… quiere decir que también en nuestro Señor Jesucristo hay una ley y esa es la fe del
arrepentido, la fe del creyente que entra bajo esta ley que es la misma
ley antigua pero estamos en el Señor, la
justicia que es de Dios por la fe… quien dio esa justicia de Dios por la fe
fue Dios por la fe en su hijo y la primera ley la dio Dios para el pueblo de
Israel pero ahora en nosotros dice la palabra por la ley en fe en nuestro Señor
Jesucristo.
Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea
la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no
dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Guardaréis esto por estatuto para vosotros y
para vuestros hijos para siempre.
(Éxodo 12:23-24)
Aquí habla de la pascua, cuando venía el ángel
de la muerte, esto fue hace mucho tiempo, los dinteles se marcaban con la
sangre, hoy nosotros no tenemos puerta como persona o seres humanos pero estamos marcados con la sangre de nuestro Señor Jesucristo,
esto es una figura de lo que había de venir y el ángel de la muerte iba a pasar
de largo, el ángel de la muerte paso de largo para nosotros no vamos a morir,
muerte es la muerte eterna no la muerte física, en la muerte física hay un
límite en donde solamente el cuerpo, la carne aquí en la tierra perece pero
nuestro espíritu, nuestra alma sigue con vida, entonces el ángel de la muerte
libro a los primogénitos y la palabra primogénitos va a concebir con los
creyentes porque somos primogénitos en redención, Él nos redimió en forma muy
particular a cada uno, somos primogénitos.
Cuando el ángel pasaba y veía al que estaba
marcado pasaba de largo, igual nosotros cuando venga la muerte física por
nosotros y si permanecemos en nuestra fe porque una cosa es que la salvación es
gratis y es por gracia pero si no creemos en esto la perdemos porque perdieron
su fe, si no creemos en algo no lo podemos seguir y si no lo podemos seguir no
vamos a creer lo que nos tienen prometido y como no lo creemos no se nos va ser
entregado.
La salvación es gratis es por
gracia pero por creer es nuestra, pero debemos de cuidar esta salvación pero no
ese cuidado que la vamos a perder sino que entender que tenemos que cuidar
nuestra fe día a día es
por eso que la fe se denomina en una forma metafórica ¨el escudo de la fe¨
porque entran pensamientos, doctrinas, cosas que nos pueden dañar la fe y vamos
menguando en la fe y al final nos vamos convirtiendo en religiosos pero no en
verdaderos creyentes, tenemos una religión pero no verdaderamente creemos es
decir que la fe del creyente debe ser
completa en lo que es promesa para los creyentes verdaderos como
también para los que no se han convertido porque también hay una promesa de
muerte eterna y muchos dicen: no, es
que Dios están bueno que siempre tiene misericordia de mi… podemos tener
familiares que pueden ser muy buenas personas, cariñosos, dadivosos pero si no
se han arrepentido igual van a estar en el infierno y los tibios o tibias están peligrando en esa salvación tan grande porque
están en un pensamiento en donde se pierde la fe o se avanza.
En los procesos o pruebas podemos ver que vamos
superando las etapas en nuestro caminar, la pruebas o sucesos negativos que nos
pasan como personas son para enseñarnos a madurar pero también una dependencia
de Dios y que ha aprendamos a socorrernos en Él y aprendamos a correr a Él pero
si no corremos a Él nuestra fe no es real, es como si alguien tiene una
enfermedad grave y Dios en su amor hace un milagro, le dice que lo ha sanado y
después la persona está dudando diciendo: voy
a pedir que me unjan por si acaso… y hay mucha gente que es así que dudan y
dicen: yo creo en Dios pero necesito
asegurarme… y eso no es una fe verdadera, dice la palabra que la fe es la convicción de lo que no se ve,
nosotros no vemos nuestro organismo interior pero sentimos dolor y dentro de
ese dolor Dios nos dice: yo te sano…
y nos sigue doliendo pero Dios nos dijo que nos sanaba pero es la fe, es creer, nada más que creer.
El problema de los creyentes es que no quieren
sentir dolor y ese dolor físico nos hace menguar en la fe, ese es un problema
que tenemos como creyentes pero si el Señor nos dijo que nos sano debemos creer
que nos sano, eso es fe, esa fe es la que día a día estamos peligrando por la
falta de comunión con el Señor y esa fe es la que el diablo quiere robarnos con
los hechos, circunstancias en nuestra
vida, es importante la fe, es importante darle valor a la salvación.
Nuestro Señor es el que permanece para siempre, en Él se cumplió la
ley y Él permanece para siempre en nuestra fe y nuestra fe está
basada en Él. Cuando sentimos que nuestro pies no quieren avanzar y que las
cosas ya no dan para más es porque estamos poniendo en duda nuestra fe y no
estamos confiando.
Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los
pecados; pero Cristo, habiendo
ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado
a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean
puestos por estrado de sus pies (Hebreos 10:11-13)
No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de
levadura leuda toda la masa? Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que
celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y
de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. (1 Corintios 5:6-8)
La fiesta solemne de la pascua fue ejecutada en
nuestro Señor Jesucristo, que fue el cordero, el sacerdote, quien derramo su
sangre a través de un sacrificio cruento, con derramamiento de sangre.
El hecho que marco a la humanidad y a cada
creyente que ha creído en Él es una realidad.
La pascua se cumplió en la persona de nuestro
Señor Jesucristo y de ahí en adelante es la realidad que hoy nosotros vivimos y
hemos creído, la realidad de la redención, salvación, la realidad de vida
eterna, no podemos hacer la ceremonia de la pascua porque Él ya la hizo en la
cruz.
No solamente la pascua era para siempre sino los
días solemnes, días de reposo y todo se cumplió en Él.
La ley o las fiestas solemnes no rigen a la
iglesia de hoy.
Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en
cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo
cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. (Colosenses
2:16-17)
La realidad es un hecho, es verdad y se hizo
realidad en los creyentes sin la ley, sin las fiestas solemnes sino nuestra fe
en nuestro Señor Jesucristo porque hemos entendido todo lo que le antecedió era
un tipo de lo que había de venir y cumplirse en su persona.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1)
Tenemos justificación delante de Dios de no
cumplir la ley, de no llevar a cabo estas ceremonias de las fiestas solemnes, estamos justificados porque todo lo que es las fiestas solemnes
se cumplió en la persona de nuestro Señor Jesucristo, todo se cumplió en
Él, Él es el día de reposo, el pentecostés, el tabernáculo, las primicias, todo
se cumplió en Él.
Si no fuera por nuestro Señor Jesucristo hoy estaríamos
en condenación aunque creyéramos en Dios por no estar cumpliendo las fiestas
solemnes.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y
a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la
ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme
al Espíritu. (Romanos 8:1-4)
Es decir cumplimos todo lo que se estableció
pero en Él y somos justificados, santificados en Él, no hay condenación para
los que hemos creído en Él, hoy tenemos vida y vida eterna pero estando
sujetos en la fe en nuestro Señor Jesucristo, si no estamos en esa fe y creemos
en Dios a medias, a nuestra manera no sabemos para donde vamos ya hay muchas
iglesias que aun celebran estas fiestas en forma literal pero algunas cosas
porque ya no se derrama sangre.
Es imposible que la humanidad pudiera cumplir a cabalidad
la ley por eso se estableció el anticipo, la sombra de lo que iba a de venir
con el pueblo de Israel, en todo sentido en el antiguo testamento se nos va
anticipando hasta llegar a nuestro Señor Jesucristo que hay una oportunidad que
para todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga vida eterna.
Los
creyentes no estamos obligados celebrar fiestas judías, celebrar el séptimo día
porque hoy tenemos libertad gracias a nuestro Señor Jesucristo. Él entrego su vida por causa
de la humanidad y resucito.
Gracias a todo esto a parte de la salvación recibimos
justicia por Él y a través de Él porque el juicio de Dios fue aplicado en Él,
en nuestro Señor y recibimos justicia gratuita creyendo en Él.
La iglesia no debe estar sumergida en fiestas
solemnes porque le tenemos a Él, al libertador, salvador que cumplió todo en
beneficio de todo aquel que en Él ha creído, justificados estamos en Él delante
de Dios.
Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.
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