Seguir adelante y dejar atrás lo malo.
Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante
(Filipenses
3:13)
A veces
nosotros quedamos detenidos o pegados en el ayer, una persona dijo: ayer termino anoche, hoy Dios tiene más
cosas para mí y mañana será un día de victoria… sería bueno si todos
pensáramos así, si lo que hice ayer me
parece grande es que hoy no he hecho lo suficiente… a veces nos quedamos
mirando hacia atrás, lo que hicimos, lo bueno, lo que por la gracia de Dios nos
llevó hacer porque nada podemos hacer solos.
El Señor
quiere una iglesia liviana, una iglesia que no tiene cargas, una iglesia que
este vacía con respecto a tener que llevar esa carga de angustia, enfermedad,
depresión, tristeza, el Señor quiere una iglesia que
este libre, limpia y cuando uno permite que el Señor valla sacando todo
ese peso, toda esa amargura, tristeza, esa cosa que nos hace daño uno queda
liviano, el Señor quiere que soltemos la
carga que hemos llevando por meses o años, que la soltemos porque si
queremos ver el día de mañana no tenemos que tener cagas, ni peso, porque el
Señor quiere usar una iglesia que no tenga carga, ni peso porque el peso nos
estorba, la carga nos estorba.
Hay muchos
que tenemos una carga de heridas, traición, de malestar pero el apóstol Pablo
fue golpeado, encarcelado, traicionado, naufrago, anduvo perdido y dice que él
no se acuerda y deja atrás, lo que fue ya
fue, lo que paso ya pasó, ahora tengo a alguien a quien mirar… al frente
está la bendición del Señor, al frente esta lo que Él tiene para nosotros,
adelante esta no hacia atrás y muchos de nosotros seguimos pegados,
estancados, es como el agua que se estanca y empieza a dar mal olor y cuando un
cristiano no avanza, siempre está pegado, estancado, no avanza para ningún lado
y comienza a oler mal espiritualmente y esa persona comienza aislarse, alejarse
del grupo que está en la congregación porque no está motivado para que el Señor
le use porque no ha dejado la carga que tiene, esa carga de sentirse poca cosa,
de mirarse en menos, no tiene amor propio y el Señor dice que las cosas viejas
ya pasaron porque Él las hace nuevas en nosotros, el
Señor va usar a los que dejan atrás lo malo porque ya fue porque no
podemos quedarnos pensando en las personas que nos hirieron, ofendieron porque
son cargas que están en el corazón y muchas veces nos llevan a pensar mal de
nuestro prójimo y Dios no quiere una iglesia así, una iglesia de mentira, una
iglesia de fantasía, Dios quiere una
iglesia que sea honesta y transparente, somos débiles, faltos de
entendimiento, a veces fallamos, nos ofendimos pero Él quiere que seamos
honestos y digamos: Señor ayúdame, yo no
puedo… no fingir lo que no somos.
Las penas de
nuestras derrotas pasadas no nos dejan avanzar y muchos tenemos derrotas, pero
las derrotas cuando estamos en el Señor no nos pueden detener, los problemas o
enfermedades no nos pueden detener porque sería en vano la muerte de nuestro
Señor Jesucristo en la cruz, necesitamos soltar el peso
y cada uno conoce la carga que lleva.
Dios quiere
que avancemos livianos espiritualmente, nuestro corazón tiene que estar sin
peso porque a veces uno no quiere dejarse sanar, a veces uno no quiere que el
Señor haga lo que tiene que hacer es por eso que debemos renunciar y dejar
atrás lo que ya paso, porque seguir pensando en los que nos hicieron daño con
una mirada, dicho, gesto, si hay gente que nos aprecia, gente que está luchando
y quiere lo mejor para nosotros, tenemos que soltar el peso porque nos hace
daño.
Para poder
pasar livianos al otro día tenemos que cambiar porque a veces queremos que
cambien las personas pero el cambio
comienza en uno mismo, si queremos que nuestra
realidad cambie debemos cambiar nosotros, si queremos que nuestra
esposa(o) nos acompañe a la iglesia debemos de cambiar nosotros porque el
problema no es nuestra esposa(o) somos nosotros, nosotros conocemos al Señor,
estamos en la iglesia, oramos, leemos la palabra, tenemos comunicación con el
Señor no nuestra esposa(o) es por eso que necesitamos cambiar para que las
cosas sean diferentes, necesitamos cambiar y cuando la gente vea el cambio,
cuando la gente vea que algo está pasando en nosotros va querer imitar porque
hay algo bueno que Dios está haciendo en nuestra vida.
No es fácil
olvidar lo malo, no es fácil olvidar un engaño, no es fácil olvidar una
traición pero el Señor quiere que demos vuelta la hoja, que cambiemos nuestra
forma de pensar, necesitamos renunciar y cambiar y las cosas van hacer
diferentes, nuestra economía va hacer diferente, nuestra salud va ser
diferente, nuestro matrimonio va ser diferente porque no va tener el peso, esa
carga, a veces nos enojamos andamos idiotas y no sabemos porque y es porque
andamos cargados y cargadas, hay veces que la esposa o esposo se enoja y uno no
sabe porque es porque esa persona es pecadora, no se ha despojado de las
heridas pasadas y son personas cristianas y todavía tienen cargas, no dejan que
el Señor le ayude a ser diferentes y siguen cargando el peso del pasado,
debemos cambiar para que las cosas sean diferentes o sino vamos a seguir igual
es por eso que debemos dejar atrás lo que nos estorba, debemos cambiar,
renunciar para que las cosas sean diferentes.
Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.
Leave a Comment