Poner la mirada en el Señor.

Puestos los
ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios. Considerad a
aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que
vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta
la sangre, combatiendo contra el pecado (Hebreos
12:2-4)
¿Que significara
poner los ojos en el Señor? Para nosotros puede ser confianza, tener una sola dirección,
hay una palabra que está en la biblia que puede dar un mejor significado y es renuncia,
podríamos decir que poner los ojos en el Señor es negarnos a nosotros mismos como
personas, alcanzar la madures y aprender a tener dependencia hacia Dios en toda
área de nuestra vida.
Poner los
ojos en el Señor es un llamado en colocar la mirada en aquel que hizo todo por
nosotros, si pusiéramos atención al Señor sería más fácil la vida porque por lo
general ponemos los ojos en otras cosas, un hombre puede estar muy consagrado y
puede amar mucho a su esposa y de repente va por la calle y pasa una mujer
vestida como se visten las del mundo y los ojos se le van, es algo real la
vista se va y no solamente en los hombres en las mujeres igual, nosotros vamos
caminando, mirando al Señor, orando y tratando de vivir una vida espiritual
pero vienen dificultades, circunstancias, pasan cosas y nuestra mirada comienza
a desviarse, es algo que a todos nos pasa, todos miramos hacia otro lado, por
ejemplo podemos decir que tenemos puesta nuestra mirada en que este año nos va
ir bien porque tenemos trabajo pero eso quiere decir que tenemos la mirada
puesta en el trabajo.
Nuestros ojos
están puesto en lo que podemos hacer, cuando el cristiano pone los ojos en lo
que se siente capaz de realizar en la vida ya está desviando la mirada es por
eso que hay cristianos que dicen; si yo
no trabajo… si yo no hago esto… si yo no me muevo… es porque los ojos están
puestos en sí mismos, hay un egocentrismo, un poderío humano creyendo nosotros
que tenemos la capacidad de tener lo que anhelamos y alcanzamos lo que
deseamos por nuestras propias fuerzas
porque nos estamos mirando a nosotros mismos pero hemos desviado la mirada del
Señor en que Él es el que provee, el que da, es decir que poner la mirada en el
Señor es una renuncia total a lo que yo creo, yo pienso, a lo que nos sujetamos
en la vida, es poner los ojos en el Señor pero la realidad es que no somos así,
tenemos que buscar la forma de poner la mirada hacia el Señor y la mejor forma
es humillarnos, solamente vamos alcanzar poner la mirada en el Señor humillándonos
porque Él exalta a los humildes pero a los humildes de corazón.
Poner los
ojos en el Señor es humillarse, cada hombre o mujer que se humilla está
colocando la mirada en el Señor, no importa lo que le digan los demás, que está
enferma, fanático(a), que parece un tonto(a) y cuando la persona tiene puesta
la mirada en el Señor no importa porque está mirando al blanco perfecto.
No pongamos
la mirada en una persona porque no somos perfectos sino pongamos los ojos en el
Señor, necesitamos cada día poner la mirada en el Señor, debemos depender en
todo en el Señor, cuando sacamos los ojos del Señor los gigantes crecen más,
los problemas aumentan más, si sacamos la mirada del Señor nos comenzamos a hundir.
Cuando uno
mira algo aunque sea a la distancia va a encontrar un detalle y cuando miramos
al Señor a pesar de los problemas, dificultades, obstáculos vamos a ver que Él
siempre está ahí.
Puestos los
ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe… Él coloco la fe en nosotros y fue terminado
el trabajo para la fe por la fe para que nosotros hoy creyéramos en Él, Dios
coloco esa semilla de fe en nuestros corazones a través de su hijo, creyendo en
el sacrificio de la cruz y el Espíritu santo nos confirma, nos garantiza que
nuestra fe es real y verdadera porque hemos puesto los ojos en el Señor.
Si a pesar
de tantos errores que cometemos seguimos caminando en el Señor y el Señor sigue
con nosotros es porque es su gracia la que nos sostiene es por eso que es bueno
poner los ojos en el Señor, hay cosas que uno tiene que hacer aquí en lo
terrenal por ejemplo la enfermedades hay que ver a un médico, problemas
judiciales donde hay que buscar a un abogado, cumplir con las leyes de transito
son cosas que hay cumplir aquí en la tierra pero nunca hay que poner tanta fe y
tanta confianza en lo terrenal sino poner los ojos en el Señor.
Muchas veces
decimos estar cansados o cansadas y estamos a punto de desmayar pero cuando el
Señor nos toma no nos deja, sin fuerzas a veces, enfermedades, dificultades, las
cosas no cambian y no sabemos en donde tenemos el ánimo para levantarnos,
caminar y seguir orando, seguir creyendo.
No es algo fácil
mantener la mirada en el Señor, es solo su ayuda, su gracia que nos sostiene
para no desmayar, es algo importante no desviar la mirada hacia el Señor.
Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.
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