Familia cristiana.
Es algo muy
triste ver como el tiempo cambia a los hijos, podemos ver que hay un tiempo de
transición de los trece años en adelante, hay un cambio de los hijos hacia los
padres y de los padres hacia los hijos donde se presentan las primeras
dificultades, situaciones que hay que solucionar con ellos y ese momento de la
transición de adolecente a joven es complicado, se determinan las
personalidades, de esa edad los jóvenes van creciendo y van viendo más los errores
de las mamás y de los papás, ya no son las mejores mamás y los mejores papás,
ya tienen defectos, ya cuando cumplen dieciséis años ya la niña, señorita,
piensa que hace las cosas mejores que la mamá y el papá, que piensan mejor,
cuando pasa esa edad y van así creciendo los padres pasan a segundo plano y muchos
padres son culpables de no controlar esa situación porque si se puede controlar
aunque hallan problemas , dificultades, cuando los hijos toman sus propias
decisiones, cuando quieren mandarse solas o solos.
Muchas de
las cosas que suceden en el hogar, en la familia van de la mano de nuestros
errores pero más cuando la comunicación y la unidad entre el esposo y la esposa
no está en un acuerdo se nota más y los hijos ven eso, la desunión entre el papá
y la mamá en tomar decisiones, en poner disciplina, hay el error de los padres
se nota más porque muchas veces dentro de una discusión, dentro de una
disciplina que se va tomar quien habla más fuerte la mamá o el papá,
desautorizando el uno al otro, esos errores nos pasan la cuenta cuando los
hijos crecen.
¿Qué es una familia cristiana?
Entonces
Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó
una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová
Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán:
Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada
Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su
padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (Génesis
2:21-24)
El
primer paso que tiene que hacer el hombre o la mujer para que sean un
matrimonio es dejar padre y madre, cuando
dice la biblia dejara padre y madre se unirá a su mujer y será una sola carne
recién comienza el ciclo de formación de la familia pero hay comienza el
matrimonio,
Dios creo al
matrimonio y creo el sexo dentro del matrimonio, Dios creo el matrimonio y el
sexo y dijo que era bueno, el sexo es parte del plan divino de Dios para que el
hombre y la mujer disfruten la vida pero para que se realice un buen matrimonio
Dios estableció esto y vio que era bueno pero algunos evitan esta tarea, la
dejan pendiente y ya el matrimonio no está funcionando, lo más importante en nuestro hogar, en nuestra
casa no es otra cosa que el esposo o la esposa, no los hijos, no lo
material porque el inicio de nuestro hogar
y familia es nuestra esposa o esposo nada más porque cuando pasen los
años nos damos cuenta que lo material no nos llena podemos tener muchos bienes
pero cuando no hay una intimidad buena, cuando no hay una comunicación buena no
hay nada que nos satisfaga y lo que nos queda es una buena relación con nuestra
esposa o esposo, no tener esa buena relación nuestra vida de matrimonio,
nuestra vida de familia solamente va ser amargura, entonces si hoy pensamos
que lo más importantes son otras cosas porque trabajar es parte de lo
importante que es nuestra esposa porque el Señor tomo al esposo para que
sustentara a la esposa y cuidara como a su propio cuerpo, no tomo a la esposa
para cuidar al esposo sino para ser la ayuda idónea, no es estar en contra de
la que la mujer trabaje pero no es lo que Dios establece, que le haga pero sin
descuidar que ella es mujer, esposa, mamá y es difícil ser mamá cuando la mujer
trabaja, es por eso que ese labor se lo
entrego al hombre,
Lo más importante en nuestra casa es nuestra esposa o
esposo y eso debemos entender, cada hogar
tiene sus propias vivencias y Dios tomo al hombre y la mujer para que sean una
sola carne.
Los hijos
son un regalo de Dios y son parte de la familia pero no son la familia, si no
hay esposa, ni esposo no hay familia entonces los hijos pasan a ser parte de
la familia, si nosotros le damos más énfasis, prioridad a los hijos ya los
hijos no son parte de la familia sin ellos la familia, nosotros quedamos de
lado, los hijos son parte de la familia, no son la familia sino parte de la familia, si decimos que los
hijos son parte de la familia un hogar es cuando se unen los esposos hay es un
hogar y la familia la compone la esposa, esposo y los hijos porque algunos o
algunas dicen: si yo tengo familia y mi
esposo… pero cada uno componen la familia pero nace en la unión de la
esposa y el esposo.
Esta unión
de carne es lo primero cuando dice: dejará el hombre a su padre y a su madre, y
se unirá a su mujer, y serán una sola carne… y es
la única forma donde el esposo y la esposa aprendan a depender el uno del otro,
cuando no hay terceras personas involucradas en la visión de los esposos hay
recién comienzan a conocerse más íntimamente, mas errores, mas virtudes, mas
equivocaciones, mas aciertos, cuando están los dos dependiendo del uno del
otro, cuando tienen que ver por el cuidado de sus hijos, cuando tienen que ver
por el cuidado del hogar recién comienza a funcionar el hogar. Familia y eso
lo establece Dios para que dentro de esta dependencia del uno del otro
entiendan que como matrimonio creyente que el matrimonio creyente depende
exclusivamente de Dios, los dos, esposa y esposo deben ser cada día ser
mejores amigos pero en verdad deben ser los mejores amigos, hablar de todo,
comunicación, la esposa y el esposo deben ser mejores amigos, son una sola
carne.
Cuando la
familia está concretada, los hijos, esposa y esposo se ayudan mutuamente, nadie
da órdenes porque son una sola carne, de repente la esposa le dice al esposo, está un poquito sucio el patio… indirectamente
le está diciendo hace aseo o que el esposo pasa por el baño y dice: oh que hay harta ropa sucia…
indirectamente le está diciendo lava pero cada uno debe
reconocer el lugar que ocupa y cada uno debe respetarse en la función que cada
uno tiene cosa que a veces no le damos el respeto que merece la otra
persona y se está construyendo una familia y cuando pasa esto los hijos pierden
el respeto hacia los padres.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5:25) Esto es para los esposos.
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. (Efesios
6:4) esto es para los esposos.
Someteos unos a otros en el temor de Dios. (Efesios
5:21) estos versículos son para los
maridos.
Las casadas estén sujetas a sus propios
maridos, como al Señor (Efesios 5:22) no en la
casa de la mamá y el papá, sujetas, esto es para las esposas.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así
como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
(Efesios 5:23) esto es para
las esposas.
Someteos unos a otros en el temor de Dios.
(Efesios 5:21) nuevamente para las esposas.
Estas son
las obligaciones de la esposa y el esposo según la biblia y la parte que dice
que el esposo es la cabeza debe respetarse pero de los esposos que dan
testimonio que son hijos del Señor, esos que son líderes, que pelean, que
luchan, que proveen, que están siempre dando un buen testimonio en cuanto a una
buena relación de familia y con Dios, esos son los que el Señor respalda, no a
los que andan a medias, decaídos, que andan de aquí para allá, esos no sirven
de nada, son gallinas, no son hombres. Dios quiere hombres que sean capaces.
Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos
deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí
mismo se ama. (Efesios 5:25-28)
Debemos amar
a nuestra esposa como así mismos, como a nuestro cuerpo, a nuestra carne.
Debemos
estar en el mismo sentir, la esposa
no debe pretender que la anden empujando para ir a la iglesia, que tengan que
andar diciendo que ore o a los esposos que se pongan a cuenta con Dios, eso no
es un matrimonio acorde a lo que Dios quiere y siempre tenemos una excusa que dice que no somos iguales
pero Dios quiere que seamos iguales porque somos una sola carne,
algo esta pasado en ella o en el que no han logrado a través de los años, del
tiempo que es ponerse de acuerdo como deben conducirse delante de Dios.
A veces la
esposa es el freno que tiene uno en su ministerio, en su vida espiritual o a
veces es al revés, el esposo el freno,
el ancla que detiene el avance de la esposa en lo que Dios le ha llamado pero
el Señor quiere que sean una sola carne.
La esposa
tiene la facilidad tan fácil de echarle la culpa al esposo cuando ella no
quiere hacer algo pero cuando ella quiere hacer algo el esposo se puede enojar,
patalear y lo hace igual, entonces para que la cosa
funcione se puede esperar una relación muy especial en el hogar cuando la
esposa y esposo tienen una relación especial con el Señor, nunca esperar que el
otro cumpla primero cada uno es responsable de hacer y obedecer a la parte que
le corresponde, cuando uno es más joven es más fácil cumplir los labores y la
responsabilidad dentro el matrimonio pero cuando pasan los años nos vamos
olvidando que tenemos responsabilidades, labores que tenemos que cumplir, más
allá del cumplimiento humano y carnal sino por amor, la idea es cada día sea
algo mejor, debemos en todo momento manifestarle a la esposa o esposo lo
importante que es, Dios quiere que la familia sea un lugar donde todos
colaboran, la colaboración, ser servicial no es solamente de mamá o de la
esposa, la mamá tiene que cocinar, la mamá tiene que lavar la loza, la mamá tiene
que lavar, hacer aseo pero todos debemos ser serviciales, antes cuando uno
terminaba de almorzar uno decía: gracias,
con permiso… pero los hijos no son diferentes porque ven el ejemplo de los
padres, si los padres dan ejemplos buenos los hijos, niños, aprenden.
Muchos
jóvenes después de llegar del colegio no se sacan el uniforme, ni se lavan, ni
se peinan sino que andan todo el día con el uniforme del colegio y después al
otro día vuelven a salir al colegio con el mismo uniforme.
Dios quiere que cada miembro de la familia
colabore en todo, los niños
deben ayudar a sacar la basura de la casa, debemos ayudar en el quehacer de la
casa, a veces hay loza en la mesa y como la mamá no la saco, no la mando o no
lo mando hay queda, de repente se barre y se deja la basura arrinconada en una
parte y se piensa que el aseo esta hecho, esta limpio pero el hogar debe ser un
lugar donde todos colaboran, la vida matrimonial con el esposo a veces se pierde
porque la esposa se cansa donde no hay colaboración y Dios
quiere que la familia viva tranquila, feliz porque todos colaboran, cuando
todos hacen algo todo funciona, y algunos dicen: yo hice todo, ahora que le toque a otro… cuando uno colabora es
servicial, hay que ser atento, la esposa lo que más valora del esposo es que
sea atento, debe haber amor y comunión entre todos los miembros de la
familia.
A veces uno
se sienta en la mesa con los hijos y comienzan a pelear entre ellos y uno
pretendiendo tener amor y plena comunión, y también algunos almuerzan con el
celular en la mano, antes había un orden y disciplina donde se mandaba lavar
las manos y peinarse antes de almorzar, es por eso que debe haber amor y plena
comunión, algunos hijos se encierran en su pieza como un lugar, escondite, de
escarpar de lo que pasa en la casa y eso es peligroso.
Muchos
queremos tener tranquilidad en nuestro hogar pero la tranquilidad no se
consigue si no hay colaboración, con el tiempo podemos tener aciertos como
derrotas, dificultades pero en el trayecto de la vida uno quiere que los hijos
no vivan lo que uno ha vivido, ningún padre o mamá va querer que sus hijos
pasen necesidades o problemas íntimos, familiares que ellos mismos han pasado,
tenemos que orar, pedir para que el Señor gobierne hoy lo que va ser el futuro
de nuestros hijos, en familia, en su matrimonio porque uno sufre cuando a sus
hijos les va mal.
Una verdadera familia cristiana debe amarse,
respetarse, ser colaboradores, tiene que haber plenitud, amor pleno esa es la
verdadera familia cristiana, no dice gritarse, ofenderse, sino ser
colaboradores.
Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.
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