La mente de Cristo.


Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.  Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. (1 Corintios 2:12-16)

¿Cuantos realmente podemos decir que tenemos la mente del Señor? Porque la palabra nos da a conocer que sí, todos fuimos llamados y desde el momento en que Él nos llamó Él coloco algo en nosotros que se llama Espíritu Santo y al colocar al Espíritu Santo Él posa en nosotros y nosotros pasamos a ser parte del Él es decir cada creyente tiene la mente del Señor no porque seamos sabios sino porque le pertenecemos a Él.

Le pertenecemos al Señor.

Hay gente que lleva muchos años en el evangelio y no saben que le pertenecen al Señor porque tienen que orar para pertenecerle a Él, tienen que ayunar para pertenecerle a Él, tienen que hacer cosas para pertenecerle a Él pero desde el momento en que nos arrepentimos ya somos de Él, aunque fallemos ya somos de Él, entonces cuando se refiere que tenemos la mente de Cristo es decir que nosotros habiéndonos arrepentido sabemos lo que Él hace, sabemos que Él hace cosas, milagros, maravillas, nadie nos puede quitar eso porque Él lo hace todo posible y cuando nos damos cuenta de que el hombre o mujer espiritual tiene un discernimiento que es divino, que viene de Dios y puede entender lo que es y no es de Dios y eso se aplica en todas las áreas de nuestra vida, trabajo, familia, matrimonio, en todo porque ¿Quién va entender la mente del Señor, los pensamientos del Señor, los propósitos Dios? Solamente los que entendamos que tenemos la mente del Señor, que la mente del Señor no es lógica, no es humana, no es algo natural, el mundo no la puede entender, cuando el mundo dice: esto no es posible… nosotros podemos creer que es posible, cuando todos nos dicen: esto no va a resultar… nosotros en la mente del Señor podemos decir: pero Dios tiene la ultima palabra…

El hombre y la mujer carnal ve las cosas humanamente, naturalmente pero los que somos hijos del Señor en nuestra realidad de vida las vemos en milagros donde no lo hay, con propósitos pero dentro del propósito también hay una respuesta, el mundo a veces nos ahoga con consejos o nos dice una cosa u otra, que esto es lógico tiene que ir por este camino, tienes que hacer esto… y el Señor nos prepara un propio camino a cada uno, no es un camino para todos igual, el Señor tiene un camino propio muy especial para cada uno de nosotros, nadie va a caminar por el mismo camino que caminamos nosotros porque Dios aparte de ser para todos igual también es una relación personal y a veces nos olvidamos de eso y vivimos nuestras vidas humanamente como que todo fuese normal, lógico.

Hoy en día los sucesos de la vida, la ciencia, el conocimiento humano se da cuenta que no todo es normal y algunos dicen: esto no es normal… y ¿Quién le podrá decir a Dios lo que es normal o anormal?, ¿Quién de nosotros podrá decirle a Dios que nos haciendan en nuestro trabajo y nos paguen más dinero que los demás?, ¿Quién podrá decirle a Dios que nos sane sin haber intervención quirúrgica? Nadie porque el hombre y mujer espiritual sabe lo que Dios quiere.

El hombre y la mujer espiritual juzga todas las cosas pero dice: pero él no es juzgado de nadie… quiere decir que el hombre y mujer espiritual sabe y conoce lo que Dios hace espiritualmente y juzga esas cosas espiritualmente no la ve como el común de la gente, la gente dice: es que no es posible… y como somos espirituales nos damos cuenta que si es posible porque es Dios quien maneja todas las cosas, la gente nos puede decir: no es lógico eso… y puede ser que no sea lógico pero el hombre y mujer espiritual juzga todas las cosas porque conoce como se mueve la mano del Señor, podemos decirle al mundo por ejemplo: si es verdad, así es… y uno siempre tiene algo espiritual que es de Dios, que es divino, que proviene de Él, si eso es verdad es correcto que invierno llueva si es correcto… pero si Dios quiere que salga el sol va a salir y alguno puede decir: es que no es correcto… pero el hombre y mujer espiritual conoce que Dios es dueño de todas las cosas.

Dios es el que conoce todas las cosas, necesitamos ser intervenidos por la parte espiritual, ser intervenidos en la fe, ser intervenidos en lo que no se ve, la fe es convicción de lo que no se ve, debemos creer que nuestro Dios está vivo, que Dios hace milagros, que Dios se mueve alrededor nuestro y está ahí, se mueve en nuestro trabajo, nos libra de accidentes, nos libra de peligros y hace cosas maravillosas, el hombre y mujer espiritual discierne todas las cosas y no es de aleluyas y gloria a Dios sino que es vivir una relación con Él, saber que Dios es dueño de todas las cosas, es dueño de nuestros hijos, de nuestra familia, es dueño de nuestro trabajo, hoy no vemos a los creyentes crea de esta manera sino que es más fácil ante la enfermedad buscar a los médicos y se olvidan de buscar al Dios todo poderoso y más aún lo dejan de lado, sin darse cuenta que Dios es el único que sana.

Dios necesita que nos convenzamos que Él es dueño de nuestra, vida no hay otro.

Dios puede hacer milagros en nosotros pero tenemos que creer, el hombre y mujer espiritual cree en estas cosas pero lamentablemente hay muchos que dormimos, hemos perdido la capacidad de creer en las cosas invisibles, en las cosas que son imposibles.
Dios está haciendo en nosotros día a día un hombre y mujer de fe pero hay que dejar que Él siga añadiendo ese fertilizante espiritual, semilla espiritual para que podamos creer que en nuestra necesidad es Dios primero, no le creamos tanto a la medicina, todo le creemos al médico y decimos: el medico dijo esto… el medico dijo que es grave… y somos espirituales, Dios es dueño de nuestra vida y el hombre y mujer espiritual le cree a Dios y eso tenemos que hacerlo vida, en toda área de nuestra vida, no servimos al Señor para congregarnos solamente sino para vivir los milagros del Señor.

No seamos tan carnales porque a veces nos fijamos más en la ropa que trae una hermana o hermano, en el peinado, los zapatos, anillos, gargantillas, aros, en todo eso carnal y no nos inquietamos  en lo espiritual, en lo invisible, lo que Dios quiere hacer en cada momento que nos reunimos para adorarle y que está con nosotros, el hombre y mujer espiritual discierne las cosas que el Señor quiere, Dios nos trajo de muerte a vida.

Hoy podemos levantarnos y creer que todo lo podemos o creemos y llega la tarde pasa algo y nos desasimos completos y al otro día tenemos que volver a empezar a creer porque la vida en esta tierra tiene muchos sin sabores, tiene muchas cosas negativas pero el hombre y mujer espiritual sabe de dónde se sostiene y ese es nuestro Dios, solo no podemos, solamente vivimos por la gracia del Dios todo poderoso.

Tenemos la mente de nuestro Señor Jesucristo, puede ser poco creíble eso ¿Quién va a pensar igual que el Señor? Se refiere a que como conocemos lo que el Señor hace sabemos lo que Él puede hacer, si alguien nos dice: esto es imposible… podemos decir: no, el Señor piensa de otra manera… porque lo que es imposible para el hombre es posible para Dios es por eso que tenemos la mente de Cristo porque lo que Él dice lo hace, lo que imposible para el hombre Él lo hace posible para nosotros.

Es decir que lo que dicen los demás no sirve, porque esto es una relación personal con el Señor, lo que los demás ven como imposible nuestra relación con el Señor lo hace posible, el Señor va mover nuestro corazón, nuestra vida en beneficios personales, familiares, matrimoniales si le creemos al Señor, en nuestra salud, economía, en lo que sea.


Congregación cristiana de restauración de fe Elohim.

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